miércoles, 16 de agosto de 2017

3 Claves para preservar la innovación y la competitividad

Lo  peor que puedes hacer para innovar y competir es no hacer nada.



En la última década, las organizaciones han experimentado cambios y retos constantes que nunca antes habían vivido: ahora debemos convivir con 5 generaciones, simultáneamente y en un solo espacio; y los ‘peces’ del siglo XXI como Uber, Airbnb, Shazam o Netfilx se están comiendo a los ‘tiburones’ del siglo XX.

Hoy, necesitamos adaptarnos rápidamente a los cambios, entender las fluctuaciones del mercado, resolver problemas cada vez más complejos, adoptar nuevos métodos de trabajo y negocio, e incluso pronosticar el futuro. Esta es la cuarta revolución industrial, la era digital donde necesitas aprender a competir e innovar.

Nada es permanente


Ya no podemos confiarnos, afirmar que somos líderes en nuestro giro de negocio, garantizar que conocemos muy bien nuestro mercado, ni esperar a los nuevos creadores de tendencias que están cambiando el mundo. Para entender cómo podemos prepararnos y enfrentar la era digital, necesitamos conocer los cambios actuales y sus impactos en el mercado:

  • Tecnología. La conectividad es la característica dominante de la cultura contemporánea. Cada vez más negocios se llevan a cabo a través de canales digitales, y la comunicación con el cliente nunca había sido tan directa e inmediata.
  • Economía. En 2020, 25 % de la economía mundial será digital, y el principal protagonista de este mercado será la Generación Y—nacidos entre 1981 y el 2000—; en 2018, ellos serán responsables del 50 % del consumo global y ocuparán cada vez más cargos gerenciales o directivos. Estos jóvenes llegaron para hacerse notar, no podemos ignorarlos.
  • Modelo de negocio. Como mencioné al inicio, los ‘pequeños’ negocios digitales están opacando a los ‘gigantes’ de la industria. Si no quieren ser presa fácil, las grandes empresas tiene que adaptarse rápidamente y ser flexibles ante los cambios.

Si entendemos estos cambios en el comportamiento y las preferencias de la sociedad, podemos encontrar las respuestas adecuadas para desarrollar un ecosistema innovador y competitivo en nuestras organizaciones. Al respecto, recomiendo las siguientes claves:

1. Líderes responsables, capaces de construir organizaciones con una visión compartida y que promuevan el trabajo en equipo. Ellos requieren las siguientes competencias:
  • Pensamiento sistémico para afrontar los retos actuales,
  • Habilidades de coaching para guiar y dar feedback a sus equipos.
  • Inteligencia emocional para dominar sus emociones.


2. Desarrollar el potencial creativo del equipo y generar autoconocimiento para ser más efectivos y promover el crecimiento. Esto requiere:

  • Pensamiento flexible.
  • Trabajo en equipo.
  • Inteligencia emocional.


3. Generar una visión empresarial que inspire y propicie la productividad, junto con una cultura de aprendizaje constante que permita el error. Para implementarla, se requiere un enfoque innovador en tres ángulos:

  • Tecnología.
  • Cultura organizacional.
  • Procesos de la operación.


Las PYMES cuentan una ventaja diferencial: por su estructura son mas agiles y flexibles para incorporar más rápidamente las soluciones.


El siglo XXI necesita líderes con una forma distinta de dirigir y gestionar, con una visión estratégica de cambio, y con habilidades de comunicación ágiles y sencillas para enfocar a toda la organización en la búsqueda de un mismo objetivo: impulsar el proceso continuo de innovación abierta.

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